Congresistas y poder económico articulan tenazas para acorralar a Presidente
Por: Amaro Rodríguez S.
Cuando pensábamos que los brotes atentatorios a la gobernabilidad en nuestra patria por parte de la oposición se habrían amenguado con el cambio del gabinete ministerial, parece haber sido una falsa percepción del pueblo, que quiere que los necesarios cambios por el bien del pueblo, se inicien escalonadamente. El Congreso aprobó la autógrafa de la Ley que limita la Cuestión Confianza, para debilitar al Poder Ejecutivo y hacer vulnerable al Presidente de la República de ser vacado del cargo por una Ley ordinaria.
La conspiración de la ultra derecha apoyados por una cuestionada e indolente clase política, no se ha detenido y su mejor aliado, mejor dicho su cómplice, es el Congreso de la República, ellos preparan el golpe de Estado con apariencias legales ad hoc, para que oportunamente creada las condiciones del caso, procedan a cesar del cargo a Pedro Castillo en forma elegante y para ellos con brillante estilo y apariencia democrática.
La gobernabilidad en el Perú está en riesgo por malévolas pretensiones políticas y por defender un statu quo, que les permita tener luz verde para seguir depredando impunemente de los dineros del Estado. Esta conspiración obliga a la ciudadanía prepararse para hacer frente a intentonas golpistas con visos democráticos, gestados por malévolos peruanos que se venden como los novísimos judas.
Todos sabemos que pese a la compra de dudosos periodistas y empresarios que vendieron su línea editorial a Fuerza Popular, que sembró miedo en la población ante un inminente gobierno comunista expropiador, totalmente falso, lo que se pretende es hacer justicia con la buena explotación y comercialización de nuestros recursos naturales a favor de todo el pueblo contribuyente.
No permitamos que los conspiradores mantengas la espada de Damocles sobre la cabeza del Presidente Castillo, obstruido en su gobierno con tenazas articuladas, que lo acorralen y hagan deponer su plan de gobierno, o simplemente arman el mecanismo para cesarlo desde el Congreso.