Flexibilidad, compatibilización y confianza: las claves de la guerra por el talento

Hoy más que nunca, la fuerza laboral toma protagonismo para materializar la evolución digital de las compañías y organizaciones. Se trata, paulatinamente, de producir, buscar y retener profesionales cada vez más escasos.

Hasta hace muy poco tiempo, la tesis de que la tecnología venía a reemplazar a los humanos era masiva. Y aunque sigue latente, la realidad es crítica en las áreas de tecnologías: hay una escasez de profesionales.

El core de muchas compañías es la tríada que componen las personas, los procesos y las herramientas. Sin embargo, sin el recurso humano no hay transformación. Por eso, y ante los problemas del presente, han surgido conceptos como el upskilling y reskilling.

“Hay muchos procesos automatizados, remotizados y robotizados. Sin embargo, es así gracias a la gestión humana. Se está apostando por no solo producir nuevos profesionales, sino retener los existentes con una actualización constante de conocimientos”, explica Jorge Yaqui, director de Tecnología y Portafolio de Logicalis para la Región SOLA (Argentina, Chile, Perú & Bolivia, Uruguay & Paraguay).

Ciertamente, las habilidades digitales son el foco del progreso. Según las Tendencias laborales 2022: componentes clave para el futuro del trabajo de EY, los nuevos esquemas laborales se han enfocado en cubrir seis áreas para lograr un abordaje integral focalizado para entender a los colaboradores y sus realidades: eficiencia operativa, aprendizaje continuo, experiencia, gestión de cambio, cultura y diseño organizacional.

“Desde un cambio conceptual de la vida laboral, la flexibilidad es la piedra angular. Las nuevas generaciones quieren una mejor calidad de vida y que sus actividades se compatibilicen entre el desarrollo profesional y personal”, detalla Yaqui.

Confianza: un eslabón crítico

A partir de metodologías y parámetros de eficiencia basados en objetivos, resultados y métricas, los colaboradores y empresas construyen relaciones de confianza. Según EY, el 72% de las empresas ha cambiado y mejorado su cultura, brindando mayor flexibilidad a los colaboradores en cuanto a dónde y cuándo trabajan.

“Hoy se habla del salario emocional, que se trata de todos aquellos elementos que componen la decisión para quedarse en una empresa. No es dinero, es el clima, la flexibilidad, experiencia, colaboración y políticas de capacitación y entrenamiento constante. Cuando le ofreces eso, cuenta con su compromiso y satisfacción”, afirma Yaqui.

En ese momento, las compañías viven desafíos para diseñar modelos de trabajo que se adapten al entorno y que estén preparados ante los cambios que puedan surgir.

“La necesidad es agresiva. Según EY, por cada profesional en Latinoamérica relacionado con actividades tecnológicas, en 2024 se necesitarán siete. En ese sentido, el camino está a cuestas”, puntualiza Yaqui.

Hacia dónde va la labor humana

Entre los tangibles en los procesos de una empresa, está la capacidad y criterio al emplear un buen servicio. Hoy, en una era basada en la economía digital, las personas cumplen ese rol protagónico basado en los datos.

“Ante una gran cantidad de información recopilada y aún por recopilar, están permitiendo encauzar el uso de los datos. Son y serán críticos para un futuro cada vez más exigente y ávido de recopilación, análisis, y administración. De esta forma, se agregará no solo valor a las compañías, sino que ayudará en el desarrollo y crecimiento de las economías y países”, sentencia Yaqui.

La guerra por el talento comenzó. Mientras, el presente y futuro van a gran velocidad, el camino indica seguir actualizando y flexibilizando los modelos laborales para dinámicas de negocios que comiencen con colaboradores actualizados en sus conocimientos, empoderados, comprometidos y en constante satisfacción.

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