#EmitióBonosDeLargoPlazo
Nos obliga a radical austeridad en gobierno y perseguir la corrupción
Por: Amaro Rodríguez S.
Posiblemente sea por primera vez en nuestra historia, el gobierno peruano a través del MEF emitió bonos pagaderos hasta en 100 años para obtener los recursos necesarios, para financiar el presupuesto General de la República para el año fiscal 2021, con un endeudamiento que asciende a 47,651 millones de soles, y representa el 26.1% del presupuesto general del 2021.
En opinión de expertos en macroeconomía, este año la economía mundial fue severamente golpeada por la pandemia del Covid-19, que generó un extraordinario aumento de necesidades y una notable disminución de los ingresos, que hicieron colapsar las arcas fiscales y los gobiernos tuvieron que acudir a entidades financieras nacionales e internacionales, destacando el aporte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Perú accedió a este tipo de préstamos hasta de 100 años, por su importante desempeño macro económico y su baja inflación anual, menor a la registrada por Estados Unidos de América. Sin embargo los mismos expertos en economía internacional, opinan que los déficits presupuestales entre los 3.9% al 12.7% son manejables, pero el déficit en el Presupuesto de Perú alcanza un 26.1% que obliga a extremar medidas de austeridad para no acrecentar los gastos y caer en la peligrosa espiral inflacionaria.
En estas condiciones se impone un gobierno extremadamente austero en el gasto público, en la contratación de personal y asesores a manera de pago por servicios de campañas políticas. Hay necesidad de fortalecer la inteligencia tributaria, la Contraloría General de la República, Procuraduría, además de mantener equipo de fiscales especializados en la investigación de la corrupción, porque el año 2019 robaron al Perú 23,000 millones de soles.
Somos conscientes que el gobierno central en afán de paliar la crisis económica que se apoderó de los más necesitados por el cierre de los puestos de trabajo, se vio obligado dentro de su estrategia a entregar bonos a personas y familias y lo más oneroso fue el gasto generado para hacer frente a la pandemia aumentando ese gasto público destinado hacer frente a la crisis sanitaria y medidas fiscales orientadas a salvar vidas y dotar de medios de subsistencias.