FUJIMORI Y LAS DERECHAS PERUANAS

Por: Percy J. Paredes Villarreal

La muerte de Alberto Fujimori ha tenido un significado importante en los grupos del poder representada por las diversas vertientes de las derechas peruanas que viene dominando y gobernando el país durante toda la etapa Republicana. Particularmente el fujimorismo en estos último más de 30 años en que se han repartido la conducción del gobierno entre el fujimorismo desde los inicios de los 90 hasta la finalización de esa década del siglo pasado, al cual lo podemos denominar la ultraderecha y los continuadores del fujimorismo o también denominados “fujimoristas sin Fujimori” que fue del 2000 hasta la actualidad, llamados los de centro derecha o derecha convencional.

Lo que venimos observando posterior a la elección de PPK, es una lucha tenaz por el control del gobierno central entre ambos sectores de la derecha, agrupados en organizaciones políticas que están en pugna permanente, con la finalidad de obtener beneficios particulares y dar leyes en favor de los intereses de grupo de poder. Es decir los que plantean  reformar el neoliberalismo como lo han venido haciendo desde el 2000 hacia adelante, o retornar al neoliberalismo primigenio como lo están realizando en la actualidad desde el legislativo que tienen mayoría, mediante contrarreformas.

Al margen de las diversas ceremonias y rituales que se le han hecho a este controvertido personaje político, tanto desde el gobierno central y de las instituciones privadas y empresariales, asi como también por los familiares, amigos y correligionarios,  también se ha podido observar la participación de algunas organizaciones sociales, grupos extremistas, comunidades religiosas (católicos y evangélicos), etc. Cuya finalidad de todos ellos es  el reconocimiento a su gobierno que supuestamente acabo con el terrorismo, la hiperinflación y la estabilidad macroeconómico;  creando una narrativa basado en el camino para el crecimiento económico que se vivió en los inicios del presente siglo.

El gobierno de Fujimori sigue siendo un tema que ha y seguirá generando investigaciones, debates, polémicas, y confrontaciones, entre diversos intelectuales y académicos; como también confrontación política entre los partidos de derecha y del centro, por considerarse los continuadores, herederos, forjadores de una cultura política que viene predominando hasta la actualidad. Implicando conflictos entre medidas políticas de avances o retrocesos, reformas o contrarreformas estructurales, evolución o involución en aspectos sociales, políticos, económicos, culturales, etc.

Lo que venimos observando dentro del ámbito político institucional y gubernamental, nos podría llevar a entender que nos encontramos en: 1) crisis política, 2) crisis de régimen, 3) otros consideran crisis estructural, 4) algunos plantean que vivimos un estado fallido, 5) también hablan de crisis de un modelo de desarrollo.

A mi entender considero que lo que estamos viviendo es una pugna por el control del poder por parte de la ultraderecha versus la derecha convencional, pero con otros actores  y protagonistas, bajo un pensamiento conservador. Asimismo, como lo han señalado algunos investigadores, el Perú ha pasado de una economía formal a lo informal, y esta camino al predominio de la economía ilegal, donde necesita normas que justifiquen y avalen estos cambios que se vienen dando en los diversos aspectos.

LA DERECHA PRE  FUJIMORISTA:

Estudiar a la derecha, debe partir por el antes y después del fujimorismo hasta la actualidad. Inclusive, considero que debemos comenzar desde los inicios de la etapa republicana particularmente descifrar las ventajas que tuvieron durante la gesta independentista. Y en la guerra del pacífico del siglo XIX, cuyos beneficios tras la derrota sufrida contra la escuadra chilena, particularmente, les genero ganancias a pesar de ponerse al lado de los invasores. Tal como describe Alfonso Quiroz, en su libro “Historia de la Corrupción en el Perú”.

Esta derecha representado en el civilismo y en el liberalismo en el siglo XIX, tuvo que aliarse con el militarismo, que fue el que gobernó gran parte de ese periodo; del mismo modo, sucedió en el siglo pasado, donde predominaron los gobiernos militares, con relación a los democráticos. Beneficiando a los grupos de poder concentrado en lo que se le denominó la Oligarquía, que estaba constituido por familias adineradas, que tenían el control de la economía y de las propiedades, como también el Gobierno y el Estado.

La derecha del siglo pasado, contaba con intelectuales como: Santos Chocano, Alejandro Deustua, Villarán;  académicos Víctor Andes Belaunde, Beltrán;  y políticos como Leguía, Odria, Prado, etc.,  que en todo momento defendían sus intereses. Este sector, predominante y dominante, cumplió una función más de defensa de los intereses familiares que construir un país prospero, independiente, desarrollado, y moderno; por eso José Carlos Mariategui  denominó “derecha apátrida, antinacionalista, entreguista, etc.”.

Además, la derecha de aquellos tiempos era muy discriminadora y racista, manteniendo su pensamiento colonial y autoritaria; así como también explotadora,  centrado en la mercantilización y en el aprovechamiento de las políticas del Estado. Tuvieron en las fuerzas armadas y en la iglesia católica sus aliados permanentes.

Desde los años 60 del siglo pasado, se comenzaron a dar cambios estructurales en la sociedad y ciudadanía peruana. Primero fue, La migración del campo a la ciudad, en los diversos periodos; segundo estuvo relacionado a la reforma estructural del estado por parte del gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, que acabo con la Oligarquía, con la semifeudalidad, con el colonialismo y la dependencia económica; tercero, el surgimiento de la informalidad, y la crisis del Estado patrimonial, dieron apertura al proceso de cholificación del país; cuarto, el surgimiento de la informalidad, dando pase a la pequeña y mediana empresa, que va generando emprendurismo y asociativismo; y por último, los cambios de la  representación política  en la derecha, donde aparecen políticos  con apellidos no tan colonial y de piel morena y mestiza, reemplazando a los blancos con apellidos occidentales.

LA DERECHA POST FUJIMORISTA:

Desde el inicio de los 90, del siglo pasado, hemos podido ver diversos cambios socioculturales y políticos en la derecha política, cuya composición ha ido dejando de ser elitista y racista; para notar cambios en el aspecto racial, social, cultural, y económico. Es decir, se han incorporado otros actores y componente, que social y económicamente, no han tenido esa característica colonial y criolla, como las anteriores que han sido descendientes de los grupos de poder proveniente de la etapa virreinal.

Esta nueva derecha ha incorporado a sectores vinculado al mestizaje, a los  emigrante de las zonas andinas que llegaron a la capital y comenzaron a emprender, y muchos de ellos se han convertido en empresarios, teniendo un comportamiento y una ideología mercantilista, pragmática y neoliberal.

Pero a la vez, encontramos a una derecha que no tan solo esta ubicado en el sector privado, empresarial; también se ubican en las instituciones sociales, educativas; organizados en gremios empresariales que aglutina a los grandes, mediano y micro. Además se ubican en los sectores productivos, de servicios, de actividades primarias, etc.; en el ambito académico – intelectual, político.

Territorialmente, podemos decir que tenemos una derecha, ubicados en sectores sociales de nivel alto, y en  barrios y territorios de extrema pobreza; sectores vinculados a lo popular, a las organizaciones sociales de base. Es decir encontramos a sectores gremiales empresariales, como también informales, productivos como de servicios relacionados con la derecha.

Considero que después del gobierno de Fujimori, se ha venido construyendo varias derechas políticas, divididas en: 1) Derecha convencional y 2) Ultraderecha, esta segunda se subdivide en: a) Derecha populista radical y b) Extrema derecha. Tal como lo describe Rodrigo Gil, investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

Este autor considera que la derecha convencional acepta la democracia como pilar fundamental de la política y de la sociedad; asimismo es partidaria y promueve el libre mercado, defiende la desigualdad como algo natural; y actúa dentro del marco democrático.

Mientras que la ultraderecha, particularmente la derecha populista radical es crítica de las instituciones democrática y se enfoca más en el aspecto cultural que en lo económico. Además, promueve una agenda más conservadora en temas de género, sexualidad, y seguridad; ataca los mecanismos democráticos, cuando los resultados le son adversos. Y la extrema derecha se opone a los mecanismos democráticos apoya los regímenes autoritarios y dictatoriales, además se opone a los organismos internacionales.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

La derecha en el Perú, ha sido la continuación de los grupos de poder de la etapa colonial que ha mantenido un sistema de control de las instituciones públicas y gobierno nacional,  dominando hasta la actualidad. Nunca se ha interesado por erradicar las inequidades, ni tampoco la pobreza, por el contrario ha sido el encargado de ampliar las brechas sociales de desigualdad y la exclusión social.

Los gobernantes democráticos y militares durante la República, con la excepción de uno, siempre buscaron satisfacer y beneficiar a los grupos de poder; cuya clase política, los representaba en el Estado (gobierno y legislativo, poder judicial, etc.), aprobando normas y políticas que les beneficie permanentemente.

Esta derecha criolla y elitista, considerado por Carlos Malpica, en la década de los 60 del siglo pasado como los “Dueños del Perú”; luego en los 80 como “Los 12 apóstoles”; y actualmente los denominan “Grupos de Poder”, ubicado en la industria, la finanzas, en la producción agroindustrial, en los servicios, particularmente en educación y salud, en las actividades extractivistas, etc.; son los que han secuestrado al Estado como lo describe Francisco Durand. Y son los que colocan o conminan y someten a los gobernantes a sus intereses económicos.

Los componentes de la derecha se ha masificado, y dividido entre derecha convencional y ultraderecha. Ambos sectores defienden el modelo neoliberal, la economía de mercado, y el pragmatismo que fue iniciado con Fujimori; que le gano al novelista liberal Mario Vargas Llosa, oponiéndose a su propuesta y  luego de asumir la presidencia de la República, implementa el plan de gobierno del derrotado.

La derecha peruana ha dejado de ser elitista y racista, masificando su composición. Incorporando a micro, pequeños y medianos empresarios; lideres y lideresas de las organizaciones sociales de base; integrantes de los grupos evangélicos, y representantes de la iglesia católica. Manejando conceptos y criterio conservadores en diversos aspectos. Cuentan con el respaldo de los medios de comunicación radial, televisiva y escrita.

Esta derecha es la que condiciona y pone en jaque a los gobernantes para que se sometan a la “hoja de ruta” que les impone en favor de sus propios intereses. Así sucedió con Castillo que lo sacaron del gobierno central; y así lo tienen a Dina Boluarte, que para poder mantenerse en el gobierno y tener algunos privilegios,  haciendo lo que les dicen.

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