Por: Amaro Rodríguez S.
El pueblo peruano en un 80% se pronunció por la eliminación de la inmunidad parlamentaria, arma utilizada por congresista del congreso disuelto, para encubrir y defender la corrupción, que roba los escasos recursos del pueblo peruano, por oferta de candidatos de diversos partidos políticos, quienes ofrecieron abolir esa inmunidad, los electores confiaron en la palabra de los candidatos que fueron electos democráticamente.
Sin embargo se observa en el accionar parlamentario cierta reticencia para la pronta aprobación de este mandato encargado por el electorado nacional, debemos precisar que el hombre es, lo que dice su palabra empeñada, en caso contrario pierde su calidad de persona, se convierte en simple y despreciado individuo por más pergaminos de maestrías y doctorados obtenidos. En esas circunstancias el más humilde y honrado trabajador es muy superior a esa clase de individuos, dañinos a la sociedad y ajenos al interés nacional.
Recordemos no hace ni siquiera ocho décadas, cuando fui testigo en pueblos del comportamiento moral y ético de muchas personas, quienes no tuvieron acceso ni siquiera a una educación elemental, pero sí tuvieron una educación en valores recibidos en sus hogares y se convirtieron en hombres de palabra, a quienes se les continúa sacando el sombrero por su ejemplar comportamiento.
En ese entonces las personas se ayudaban, hay muchos casos cuando solicitaban un préstamos a un amigo o a un compadre, quien recibía el dinero se comprometía de palabra a devolverlo en tal fecha, por cortesía el beneficiario le decía al amigo, le firmo un recibo, o una letra de cambio por la suma que me presta, quien lo otorgaba respondía, me estás ofendiendo amigo, yo confío en Ud.
Conocí en mi labor de periodista a muchas personas con esos hermosos atributos, un día conversando con don Julio Garrido Malaver, ex congresista dos veces una como diputado y otra como Senador. Político y escritor en prosa y poesía, autor de la obra “La Dimensión de la Piedra”, prologado por Antenor Orrego, sufrió destierro y prisión en razón de sus ideas, tras cumplir como Presidente de una jurado calificador de un concurso literario convocado por la GUE Casa Grande, en su viejito automóvil retornamos a Trujillo aproximadamente en más de hora y media hasta su casa en la Urb. Daniel Hoyle.
De la conversación sostenida inferí después de escuchar decir que en el parlamento no obtuvo utilidades mal habidas y por eso tengo solo este carrito y mi casa humilde que lo van a conocer, por fuera lo conocí y me dijo allí están mis hijos y de espaldas vi a Tito aún colegial, y en esos instantes comparé el comportamiento de otros congresistas que rápidamente tiene un vehículo 4×4. También conocí con esas cualidades a don Víctor Ganoza Plaza ex Ministro de Estado y a don Carlos González Carranza, promotor de la instituciones agrarias, de quienes recibí su cristalina confianza y me obligó a responder mejor.