Duro proceso para  recuperación económica tras Covid-19

Para alcanzarlo falta disciplina, responsabilidad y honestidad que genere confianza

 Por: Amaro Rodríguez S.

Loa pandemia Covid-19 es de tal magnitud que provocó un terremoto económico mundial en la más alta escala, que hasta la economía de Estados Unidos de norte América se derrumbó como un castillo de naipes, mientras que la endeble economía latinoamericana con escasos desniveles, ensanchó la brecha de pobreza y extrema pobreza e incrementó su endeudamiento, que obliga por décadas trabajar para amortizar la deuda externa.

Segú la CEPAL para recuperarnos en mejores condiciones, estamos obligados a utilizar las modernas tecnologías laborales que obliga a los trabajadores a conocer y manejar la  tecnología informática con el  manejo del internet, que en un 70 % lo utilizan los trabajadores en países desarrollados, mientras que en los países latinoamericanos, solo lo utilizan un 37%  de los trabajadores.

Sin embargo, no todo es tecnología, sino fundamentalmente los trabajadores deben tener un alto concepto de lo que significa la responsabilidad en el trabajo, en el marco de una conducta con mucha disciplina, tanto de empleadores como empleados además de  cultivar y practicar la honestidad, para generar confianza en el trabajo mancomunado con miras a superar la recesión.

Una moderna reactivación económica  obliga a nuestros legisladores aprobar nuevas leyes y derogar aquellas que obligan al Estado conceder desmesuradas ventajas a las empresas trasnacionales, que hacen grandes inversiones para explotar nuestros recursos naturales, por los enormes márgenes de utilidad, además de someter al pueblo en el mercado nacional  adquirir nuestros productos a precios internacionales,

Resulta más barato comprarlo en el extranjero como sucedió con el petróleo de la Brea y Pariñas desde hace más de 100 años, igual sucede hoy a causa de millonarias coimas, con el gas peruano, el pueblo peruano lo compra a precios superiores a los que se vende en Bolivia y Ecuador.

Estamos en años de “vacas flacas”, el próximo gobierno practicará una severa austeridad, debe rebajar los altos sueldos de funcionarios, del Presidente de la República, congresistas y magistrados de otros poderes del Estado, destinará ese ahorro  a financiar  obras a favor de los sectores más vulnerables.

Eso es democracia,  atributo de pocas personas de verdaderos políticos, no remedos que hoy pretenden alcanzar mediante el voto popular un cargo público. No  olviden que política es hacer servicios, si no quieren servir, abandonen sus proyectos, por que se agudizará el control, habrá nuevas leyes para los que roban al Estado, sean declarándolos traidores a la patria, con la confiscación de sus bienes y la de sus testaferros, y dormir en el INPE.

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