Por: Amaro Rodríguez S.
Hasta la fecha el Partido político Alianza para el Progreso (APP) sigue vigente como el partido político mejor organizado del Perú, con presencia política de todos los distritos de las regiones, pero por presentar candidatos con poco arraigo popular perdieron una excepcional oportunidad de copar el Congreso en las recientes elecciones.
Solo les queda otra oportunidad de hacer patente la participación como bancada de APP en el trabajo como legisladores, con buenos asesores para que de inmediato empiecen a trabajar en la agenda del Congreso e introducir reformas ya anunciadas como la inmediata eliminación de la inmunidad parlamentaria, a fin de recuperar el prestigio perdido en las recientes elecciones.
La calidad del candidato con cualidades de trabajo social, identificados con las urgentes necesidades de la población y demostrar liderazgo, asegura la elección de un candidato, como lo demostró el candidato del PAP, quien pese al desprestigio partidario, alcanzó la mayor votación en la región, con menor propaganda en relación a la invertida por APP.
Los sueños del fundador de APP César Acuña Peralta, que lo conocí hace unas tres décadas cuando trabajó en su academia, con ocasión de asistir a la donación de material didáctico a centros educativos, otras veces mobiliario escolar y también instrumentos para banda de guerra y cuando trabajó en la UCV las donaciones fueron mayores, como la donación de instrumentos musicales para implementar una orquesta sinfónica en el C.E. “Ramiro Ñique” de Moche, donde se cultiva la música y otras artes.
Admiré a César por su voluntad de compartir con los escolares y también su decisión de darle siempre un lugar preferencial a su madre Clementina Peralta, tanto en vida como fallecida, hechos que lo valora como un buen hijo. Aunque Acuña Peralta reiteradamente dijo que nunca pensó en ser alcalde, ni parlamentario, pero en mi opinión ya tenía sueños de incursionar en la política.
Los sueños orientados alcanzar la Presidencia de la República, lo obligaría a replantear y aceptar sugerencias reales alejadas del fácil halago de los que quieren vivirlo, buscando inflarle el ego y mas bien analizar los aportes técnicos, superando diferencias, y aceptando discrepancias para cambiar el discurso raído durante dos campañas.
El amigo César Acuña me invitó sin ningún condicionamiento a trabajar en el Gobierno Regional, hoy le recuerdo que los sueños primigenios se mantienen, pero las estrategias se cambian de acuerdo a nuevas circunstancias, de no hacerlo tendrá un impensado despertar con sueños fracturados con torpes caídas, que serán muy bien aprovechadas por los partidos competidores perdiéndose oportunidades que no volverán a repetirse por años.