Segunda Vuelta, elecciones, ONPE,
Para Presidente por respeto al voto diremos gloria a vencedores y honor a vencidos
Por: Amaro Rodríguez S.
Obviando conocer los intereses que impulsaron a los candidatos para la Presidencia de la República, la decisión acertada o equivocada una vez más de los electores peruanos, en horas de la noche del domingo 11, a boca de urna conoceremos a los a los dos candidatos de pasen a la segunda vuelta para alcanzar en nuevas elecciones el mandato de Presidente de la República. Esperamos que esos resultados no sean demasiado estrechos, para utilizar muchos días para recién conocer los resultados definitivos por parte del ONPE.
Para bajar la crispada tensión política en este proceso electoral atípico, por la abundancia de candidatos, por respeto que se merecen los electores que no aprendieron la lección, que los obliga a repetirlo, tras otorgar su voto por el candidato menos idóneo y deshonesto, que mantendrá el mismo statu quo de la actual política corrupta, que obligue a las grandes mayorías afectadas, tras verificar con hechos una garrafal equívoco y presionar por un cambio violento, para alcanzar un mejor destino para el pueblo peruano.
Faltando poquísimos días para las elecciones, exceptuando a los que aún divagan sobre nombre de candidatos y símbolos que representan en la cédula de sufragio, diríamos ya estamos puesto el píe sobre el estribo de nuestro equino, nos dirigimos a las mesas de sufragio a depositar nuestro voto por el que tengamos clara confianza, como consecuencia de su vida cotidiana caracterizada por ser persona honesta, trabajadora y solidaria,
Por encima de los resultados los peruanos estamos obligados a mantenernos unidos, si es que queremos en un momento fusionar nuestras fuerzas y trabajar por un Perú digno, alejándonos de la corrupción entronizada. Los corruptos se mudarán al INPE, serán centenares de inquilinos del INPE, son los “vivos” acostumbrados a vivir del trabajo ajeno, utilizando actos dolosos y ante la falta de un civismo unificado.
Al fin de la contienda electoral y por respeto a la democracia, procuremos que sea como una lid deportiva, para decir “gloria al vencedor y honor al vencido”, no haya lugar para odios y rencores, que hacen mucho daño a quienes lo practican.