Por: Florencia Bracamonte Ganoza
Mi hijo, preguntaba:
Mami ¿Cómo descubrir quien ama a nuestro país?, ¿Quién realmente debería ser quien gobierne?.
La literatura conocida desde los más antiguos textos políticos hasta las actuales discusiones, no tienen una respuesta concreta.
Así es que dentro de los límites del poco entendimiento en el tema, pero con la experiencia a favor de conocer cada sitio que mi familia me hizo conocer, la cosmovisión de las diversas macroregiones, las tradiciones y costumbres de cada quien y en conciencia de que apenas conozco tal vez una pequeña parte de nuestro inmenso territorio; y por otro lado, con el camino hecho y con la pequeña contribución que hicimos en conjunto con las personas con las cuales caminé, recorrí, navegué, y bajo la alfombra de nubes que embellece nuestro cielo, surcamos el espacio aéreo, e intentamos con responsabilidad solucionar las dificultades para lo cual fuimos convocados, dije: hijo mío, así como sabes, intuyes, sientes y reconoces el gran amor que siento por ti, sabes que el amor intenta cubrir todas tus expectativas, más allá de mis límites, de mis quebrantos, de los temores correspondientes a no actuar con la propiedad que deba, sabes que los padres no andamos diciendo al mundo lo que quisiéramos hacer, simplemente lo hacemos, y tal vez logremos la mitad de lo que pensamos, pero observas el esfuerzo, el sacrificio que todos los padres responsables se empeñan para lograr el equilibrio y la armonía familiar, más allá de que lo alcancemos a plenitud.
Entre otras formas se ama en silencio, en ejemplo, en dación, con generosidad, con sacrificio y si deseas también se ama con la voz tan fuerte que pueda ser escuchado o leído al otro extremo del planeta, lo importante es que sabes y sientes que te amo.
Así los que aman al Perú, simplemente hacen lo que deben hacer por él, sienten y hacen sentir a nuestros conciudadanos que cuidamos sus derechos y que enseñamos -si cabe-, los deberes que debemos cumplir, nos organizamos, hacemos realidad pequeños o medianos proyectos, algunos alcanzan la dicha de ser partícipes y ejecutan grandes proyectos, otros no dan pie a la corrupción, no dejan que un sencillo lacere los intereses de la gran familia peruana a costa de perder oportunidades laborales, los ciudadanos que no nos damos el tiempo de pregonar sino trabajamos para nuestra familia y nuestro país, son los que tratamos de gobernarnos, haciendo sucumbir la ambición de quedarnos con algo de los demás, o de percibir sin merecimiento algo que no nos corresponde o quitar algo de lo que no tenemos propiedad, y sobre todo hijo mío hincamos la rodilla o de pie, o sentados no importa la forma, pero agradecemos cada alborada, cada atardecer o en algún instante del día o la noche a ese ser del cual agradecemos la sencillez con la que nos enseña a ser útiles a sus propósitos, útiles a nuestras familias, útiles a nuestra patria, a ese gran espíritu universal gracias porque su amor infinito nos da ejemplo para seguir luchando contra nuestra banalidad, nuestra pequeñez, arrogancia, en fin, y nos hace libres de elegir la mejor postura: trabajar con honradez y dignidad por la Patria.
Hijo la forma de reconocer el político elegible para ser quien nos presida, debe estar en este momento dando de sí para que ahora más tarde y mañana, sea ejemplo y estará realizando un proyecto para cumplir sus deberes, tener la dignidad y el honor de ser un patriota.
A este último, elígelo, a este compatriota súmate y cuando tengas mayor amplitud, conviértete en ese ciudadano peruano que necesitamos para ejemplo de los futuros ciudadanos.