Sin expropiaciones con respeto derechos de propiedad anunció Presidente Castillo
Por: Amaro Rodríguez S.
La Segunda Reforma Agraria en el Perú, tras más de 50 años de la primera hecha por el General Velazco Alvarado, cuando los campesinos no estaban preparados para asumir ese reto, ahora con las ideas socializadas entre los agricultores de realizar inversiones para incrementar la producción y productividad, además de conocer los beneficios del riego tecnificado, esta segunda reforma es viable y requiere el apoyo de todos los peruanos.
El anuncio hecho por el Presidente de la República aún no encajado bien el cargo a causa de turbulencias políticas, por encima de las mismas, la afirmación de mandatario de asegurar que esta reforma no implica expropiaciones, ni afectará los derechos de la propiedad, es factible el único propósito es sacar de la postración al campesinado nacional menos preparado, quienes sufren por los altos costos de producción y de bajos precios en la comercialización de sus productos que alimentaron a los peruanos durante la pandemia.
GRANDES BENEFICIOS PARA AGRICULTORES Y ECONOMÍA NACIONAL
Entre los beneficios que conlleva esta segunda reforma agraria está la intencionalidad de bajar los costos de producción, entre ellos los precios de los fertilizantes con apoyo directo para su adquisición mientras se instalen plantas de producción de fertilizantes de fosfatos en nuestro país, que de hecho bajará notablemente los precios y nos podría convertir según dijo el Presidente en exportadores de fertilizantes a los países de la región latina.
Los agricultores de hoy saben perfectamente el valor de las escasas aguas de regadío, conocen los beneficios del riego tecnificado, en la segunda reforma agraria se construirán cochas y pequeños reservorios para almacenar el agua requerida por los cultivos y asegurar sus cosechas, muchas de ellas dependientes de las lluvias.
Asimismo según el anuncio presidencial se buscará el justo acceso a mercados con mejores precios para sus productos, se crearán las condiciones necesarias para dar valor agregado a los productos mediante la industrialización. Recuerdo con pena observar el injusto cambio mediante trueque, un campesino de un caserío de Marcabalito, provincia Sánchez Carrión, entregó una arroba de papa ( más de 11 kilos) a cambio de un kilo de arroz, fue cuando trabajé en el Servicio de Malaria de Salud en 1958.