LA INSPIRADORA HISTORIA DE CRISTHIAN PACHECO, EL LAVADOR DE CARROS QUE SE CONVIRTIÓ EN CAMPEÓN

Aquel atleta peruano que vemos en la imagen entregando hidratación a su compañero mexicano José Luis Santana, se llama Cristhian Pacheco y acaba de ganar por segunda vez la maratón Panamericana y seguramente será el primer ser humano en ganarla por una tercera vez.

Aquí la historia de este joven campeón, quien se sorprendió que no haya tenido ningún recibimiento a su llegada al aeropuerto de su país:

Cristhian Pacheco, corre porque tiene piernas y porque es huancaíno. Corre con sus zapatillas viejas de diez soles (como lo dijo en El Comercio) y un reloj para sus marcas que no vale nada. Corre en una cancha en mal estado que es usada hasta para torneos de box. Y casi no recibe apoyo de nadie porque nadie creyó en que podría ser un campeón ni siquiera su familia (solo su hermano) y menos la Federación de Deportes: “hablar de mi Federación es una pérdida de tiempo, mejor sigo demostrando con hechos y no palabras; ahora me seguiré preparando para los Juegos Olímpicos donde ya estoy clasificado”.

De niño lavaba carros para ayudar en casa donde vivía con ocho hermanos y su padre. Pero él tenía sueños y nada lo podría amilanar. Con sus apenas 1,62 centímetros de estatura, es casi siempre el más pequeño en todas las competencias, al que los otros deportistas vip miran de reojo y subestiman. Pero Pacheco, huanca de pura cepa siempre lidera los torneos, es un correcaminos, sus piernas se mueven a velocidad cuántica. Y eso le ha llevado a ganar la maratón de Los Andes en Huancayo en el 2017 y 2018, donde consiguió el primer lugar, así como también ha roto en tres ocasiones el récord nacional en maratón y posee el récord panamericano que consiguió en Lima 2019 luego de llegar en el primer lugar con un tiempo de 2 horas 9 minutos y 31 segundos.

Y con todas esas, incluso un accidente por el que le pusieron seis puntos de sutura y contra las recomendaciones del médico, Christian Pacheco acaba de ganar el Panamericano de Santiago. Y, aun así, ninguna autoridad del IPD, de la federación ni de la comisión de deportes del congreso fue a recibir al bicampeón panamericano en el aeropuerto “Jorge Chávez”. Él solo cargó sus maletas, tomó su taxi y se fue a un hotel pagando con plata de su propio bolsillo.

Pacheco, molesto ha dicho: “Qué puedo decir del apoyo al atletismo. Muchas veces he hablado del apoyo desde el Estado, la Federación o el IPD. Personalmente, creo que nunca va a cambiar. Creo que a ellos no les importa el deporte, ni los deportistas y mucho menos los atletas. Es una triste realidad que vivimos los peruanos. Esperar algo es una tristeza como deportista. Si yo participo en los Juegos Panamericanos o alguna otra competencia lo hago por mí, por mi familia y por Perú. Más allá, creo que es en vano esperar algo que nunca va a llegar, es la realidad del Perú”. “… al final yo como atleta tengo mis sueños y objetivos, es por eso que con ellos o sin ellos voy a seguir avanzando para mejorar mi marca y si Dios quiere buscar estar entre los primeros puestos en los Juegos Olímpicos de París”. (Infobae Perú).

No hay duda de que este campeón nació para ganar y como ha dicho en otra oportunidad, solo entrena al 50% porque tiene que correr en la calle, entre la gente y los carros, y cuando le preguntan qué música escucha para motivarse dice que la de Rocky y la sonrisa de su pequeña niña.

Fuente: F/Informe Dominical

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