Por: Florencia Bracamonte Ganoza
Cuando las ambiciones superan las aspiraciones, el respeto a los “otros” se desentroniza y el dinero se convierte en el aliciente antes que la protección a la salud, especialmente a la de los niños; porque justamente “ese es el negocio”; y, ahí es cuando en contra de todo sentido común les damos venenos a los consumidores, quienes, atraídos por los dibujos, colores, aromas, y sabores caen rendidos y como hipnotizados consumen diariamente estos productos que de alimenticios no tienen nada.
La “industria alimentaria” combina perfectamente los estimulantes al consumo: aromatizantes, colorantes, saborizantes, edulcorantes, acidulantes y demás “antes”, provocando a alguno o varios sentidos, logrando hacer salivar y manifestar una necesidad de consumo, por ello hasta las etiquetas, sus diseños y colores son atractivos para condenar a quien los visualiza, o los olfatea, la compra inmediata, y eso es “mayávico”, es decir juegan con la estimulación cerebral para ampliar su horizonte comercial aún en desmedro de la salud pública.
Quien, en su sano juicio, si supiera los efectos negativos a la salud, ¿desearía perderla?, salvo que el nivel de análisis y reflexión estén obnubilados por las insensatas propagandas, noticias conducidas a incentivar la malsana curiosidad, o los casos novelescos de personas públicas que llaman la atención por actos y sucesos poco gratos a los ojos de Dios, a la moralidad y al buen desempeño ciudadano.
Debemos utilizar nuestra condición de alfabetos para leer el contenido de las etiquetas y llevar nuestra curiosidad investigativa a saber el significado de letras y números y los efectos que ocasionan esos insumos dentro de lo que se asume “alimenticio”, considerando los niveles de toxicidad como Alto, Medio o Bajo.
Si usted lee acerca del aditivo SIN 321 o E 321, e indaga, encontraría que se trata de un antioxidante sintético, derivado de la industria petrolífera reciclando su uso como aditivo alimentario, se utiliza en productos horneados, frituras, mantecados, bebidas lácteas, mayonesas, salsas, papas fritas, galletas, cereales, chicles entre otros, ocupando en la escala de toxicidad un nivel ALTO. No es recomendado para damas embarazadas ni en niños, en grandes dosis provoca urticaria, asma, insomnio, problemas metabólicos en el hígado y acumulación de grasa en el cuerpo humano; en los animalitos, les produce cáncer. Por estas razones este aditivo está prohibido en países como: Australia, Japón y partes de Norteamérica.
Si lee acerca del aditivo alimentario E 551, anti aglomerante natural o sintético, encontraría que se utiliza en granos, sales, sazonadores, especias, ajo, cebolla, vainilla, azúcar glass, harina para frituras, cacao, sopa de sobre, quesos para pasta, edulcorantes, chicles, caramelos, cervezas, panes, pastelería, fideos orientales, arroz para sushi, entre otros. En China y Japón se consume mucho arroz blanco pulido con Talco de California y el índice de cáncer al estómago es el más elevado del mundo. Su nivel de toxicidad es ALTO.
E 110 es el código de Amarillo Ocaso FCF, es un color sintético, que va de amarillo intenso a naranja brillante, es también un derivado del petróleo, frecuentemente lo combinan con Tartrazina (E102) o Amaranto (E 123) para elaborar colorante marrón. Se usa en sopas, fideos instantáneos, bebidas en polvo, batidos, néctares, jugos, galletas, flan, gelatina, snacks, conservas, productos ahumados, salchichas, mermeladas, entre otros productos.
En dosis pequeñas es causante de hiperactividad en niños, por ello en Europa es obligatorio mencionar: “Puede tener efectos negativos sobre la actividad y atención del niño”. En dosis grandes puede aumentar los síntomas de asma, urticaria, producir eczemas, insomnio, y a largo plazo podría ser cancerígeno. Actualmente, está prohibido en Noruega, Finlandia y Suecia. Nivel de toxicidad ALTO.
E 102 la Tartrazina es un colorante artificial sintético que se obtiene de alquitrán de la hulla, se usa en dulces, golosinas, caramelos, postres, flan, helados, galletas, quesos, marisco en latas, encurtidos, fideos orientales, papas fritas, cereales, mostaza, mayonesa, gaseosas, licores y bebidas alcohólicas, colorante alimentario en polvo para cocina, etc.
Puede causar hiperactividad en niños, puede aumentar síntomas de asma, provocar insomnio, puede desencadenar reacciones alérgicas y reacciones cruzadas. Está totalmente prohibido en Noruega. Su nivel de toxicidad es ALTO.
E 951 Aspartamo, fenilalanina, es un edulcorante sintético, hasta 200 veces más dulce que el azúcar. Se usa en goma de mascar, chicles, caramelos, golosinas, dulces infantiles, bebidas energéticas, cervezas, refrescos, gaseosas, sodas, tónicas, zumos, néctares, jugos, frutas en almíbar, batidos saborizados, leches vegetales, chocolates, lácteos, yogur, gelatina, flan, postres, helados, panadería, repostería, cereales, galletas, pasteles, bizcochos, confituras, mermeladas, endulzantes, edulcorantes, en productos comerciales “sin azúcar, 0 % azúcares, ligth, zero, bajo en azúcares, bajo en calorías”, suplementos deportivos, alimentos dietéticos, complementos multivitamínicos, comprimidos efervescentes, entre otros.
Por su alto contenido de Fenilalanina, debe etiquetarse de advertencia: “Contiene una fuente de fenilalanina”, “Cuidado contiene fenilalanina”, porque puede causar serios problemas neurológicos. En dosis grandes, consumido a largo plazo podría tener efectos cancerígenos. El comité internacional de expertos estableció el nivel máximo de Ingesta diaria admisible IDA en 40 mg./Kilo por persona. En julio del 2023 nuevas pruebas realizadas por el comité de expertos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), perteneciente a la OMS y otro comité mixto de expertos en aditivos alimentarios de la FAO confirmó los resultados obtenidos y clasificó el Aspartamo como “posible cancerígeno para el ser humano”, incluyendo este aditivo en el grupo 2B, el tercer nivel más alto en toxicidad, por estar relacionado con algunos efectos cancerígenos en el hígado y otros efectos secundarios que afectan a la diabetes tipo 2. Su nivel de toxicidad es ALTA.
E 211 Benzoato Sódico, es un conservante sintético, obtenido de manera industrial, se emplea para prevenir levaduras, bacterias y algunos tipos de hongos.
Se utiliza en refrescos, gaseosas, sodas, tónicas, bebidas energéticas, zumos, jugos, cervezas sin alcohol, licores, vinos, mayonesas, kétchup, salsas picantes, margarinas, mermeladas, helado, gelatinas, frutas en almíbar, pastelería, comidas precocinadas, tortilla de patatas, gazpachos, aceitunas, latas de marisco, conservas de pescado y caviar.
En dosis bajas puede producir asma, urticaria y reacciones alérgicas. En grandes dosis mezclado con Ácido Ascórbico (E 300) puede formar benceno, un hidrocarburo cancerígeno. Mezclado con sulfitos o con algunos colorantes artificiales pueden provocar hiperactividad y otros problemas neurológicos. Su acumulación en el organismo podría favorecer a largo plazo la aparición de tumores. Su nivel de toxicidad es ALTA.
Está prohibido su uso en comida para animales porque en pequeñas dosis es letal para perros y gatos. En laboratorio en estudio con animales les provocó ataques epilépticos.
E 950 Acesulfamo K, es un edulcorante sintético y potenciador del sabor, endulza 200 veces más que el azúcar, como tiene sabor amargo se le combina con Aspartamo (E 951) y Sucralosa (E 955).
Se utiliza en goma de mascar, chicles, caramelos, golosinas, dulces infantiles, bebidas energéticas, cervezas y licores bajos en alcohol, refrescos, gaseosas, sodas, zumos, néctares, frutas en almíbar, batidos saborizados, leches vegetales, chocolates, lácteos, yogur, gelatinas, flan, helados, repostería, cereales, galletas, bizcochos, siropes, suplementos deportivos, alimentos dietéticos y en producto comerciales etiquetados como “sin azúcar”.
Consumido a largo plazo podría ser cancerígeno, con mayor incidencia en varones. Puede estar unido a problemas neurológicos, hiperglucemia y secreción de insulina. Es más nocivo que la Sacarina y el Aspartamo. Su nivel de toxicidad es ALTA.
E 955 Sucralosa o triclorogalactosucrosa, es un edulcorante sintético bajo en calorías, es hasta 600 veces más dulce que el azúcar normal, es el único edulcorante químico artificial derivado del azúcar.
Se usa en goma de mascar, chicles, caramelos, golosinas, gominolas, dulces infantiles, bebidas energéticas, isotónicos, cervezas y licores bajos en alcohol, refrescos, gaseosas, sodas, tés fríos, zumos, néctares, frutas en almíbar, batidos saborizados, leches vegetales, chocolates, lácteos, yogures, gelatinas, flanes, postres, helados, panadería, repostería, cereales, galletas, pasteles, bizcochos, confituras, mermeladas, endulzantes, edulcorantes, suplementos deportivos, alimentos dietéticos y en productos “0 % azúcares añadidos, bajo en calorías, etc”.
En dosis grandes puede provocar la destrucción del sistema inmunitario afectando sobre todo al hígado y los riñones. En ratones el consumo en dosis grandes a largo plazo puede producir daños severos en el ADN.
E 150d Caramelo Amónico de Sulfito, es un colorante natural o sintético, de color marrón oscuro y sabor algo amargo. Es muy conocido por formar parte de los ingredientes de la fórmula de Coca Cola en todas sus variedades: light, zero, sin cafeína.
Se usa en refrescos de cola, bebidas carbonatadas, gaseosas, sodas, tónicas, salsas, vinagres, cremas balsámicas, mostaza, mayonesa, galletas, barquillos, cereales, caramelos y pastelería.
En grandes dosis puede provocar problemas intestinales, la disminución de la absorción de vitamina B6. A largo plazo podría ser cancerígeno; en el estado de California han decidido indicar en sus etiquetas este ingrediente como posible cancerígeno. Su nivel de toxicidad es MEDIA
E 338 Ácido fosfórico, es un acidulante sintético y regulador de acidez. Se suele emplear en sustitución del Ácido cítrico (E 330) por ser más barato y fácil de producir en grandes cantidades.
Se utiliza en refrescos de cola, gaseosas, néctares, zumos y jugos de frutas, leches de oveja o de cabra, leche evaporada, café, batidos, nata para cocinar, nata dulce montada, natillas, postres, panadería, panes tostados, polvo para hornear, congelados, aceitunas, salsas, quesos fundidos o rallados y productos cárnicos.
En grandes dosis puede provocar hiperactividad y problemas digestivos. A largo plazo puede reducir el equilibrio natural de calcio y fósforo en el organismo. Es fácil consumir una elevada cantidad debido a los numerosos alimentos que lo contienen. Su nivel de toxicidad es MEDIA.
E 621 Glutamato Monosódico, potenciador del sabor semi sintético, activa los receptores neuronales que incitan al cerebro la sensación de querer seguir comiendo, por ello se emplea frecuentemente como ingrediente en productos de alimentación poco saludable y en ultra procesados industriales. Se utiliza en snacks, papas fritas, chips, sopas en polvo, sazonadores, pastillas de caldo, salsas rojas, condimentos, encurtidos, patés, quesos untables, latas y conservas de mar, panes tostados, fideos instantáneos, alimentos precocidos, etc.
Es capaz de sobreexcitar las neuronas del cerebro haciendo que sufran alteraciones y se destruyan con mayor rapidez.
Está contraindicado en personas que sufren enfermedades neurológicas, podría acrecentar los síntomas de los que sufren Trastorno bipolar, Parkinson, Alzheimer, Epilepsia, Esquizofrenia.
El consumo de niveles altos de Glutamato en la corteza cerebral puede estimular la aparición de pensamientos suicidas. Su nivel de toxicidad es ALTO.
Probablemente, a usted le gusta su buen almuerzo o cena, muy sazonado, asiente su comida con una sabrosa gaseosa, con vino, o con alguna bebida alcohólica, y coma su postre para que esté “completa su comida”, perdone, pero a plazo indeterminado va camino a un hospital y está actuando irresponsablemente con usted y su familia, cuando se le diagnostique un padecimiento en su aparato digestivo, excretor o “simplemente le anuncien con cara adusta que padece de un cáncer”.
Por otro lado, usted imagina siempre que sus pequeños o los de su familia y conocidos sean felices, sonrientes y contentos, lejos de que sufran de asma, urticaria o cáncer, entre otras enfermedades.
Usted sueña que sus o los niños de los demás estudien, destaquen y no padezcan de síndrome de deficiencia de atención, agresividad e hiperactividad.
Deje de soñar, seamos responsables de los venenos que les damos a los niños, particularmente en los cumpleaños; y, – todos los días hasta ahora contados de su vida-, para verlos sumidos en una aparente felicidad.
Otórgueles responsablemente alimentos orgánicos, saludables, regáleles salud y vida, regálese usted una conciencia limpia y en paz, sin alteraciones de correr a un hospital, sin poder afrontar los gastos, de llorar por una salud perdida o una vida acabada, … de usted depende.
Información de los aditivos: