El debate reciente se ha centrado en la incapacidad de los gobiernos subnacionales de traducir las transferencias de recursos fiscales en obras públicas que cierren brechas sociales.
Esto ha ocurrido en casi todo el país, pero de manera más pronunciada en jurisdicciones ricas en recursos naturales, donde la deficiencia estatal se ha sumado a una corrupción generalizada.
“Es evidente que una deficiente gestión pública afecta a los tres niveles de gobierno, pero esta falencia es más pronunciada en el caso de los gobiernos regionales y locales, independientemente si reciban canon o no. El trasfondo de esta situación es un fallido (e incompleto) proceso de descentralización para el cual ningún candidato ha propuesto alternativas serias”, indicó el economista Luis Miguel Castilla.
De esta manera el especialista destaca que urge reformar la descentralización y el manejo de las administraciones municipales con el objetivo de revertir el sentido de marginación que perciben grandes segmentos de la población al interior del país y en las zonas periurbanas de Lima.