Con trabajo, buena voluntad y honestidad solidaria en beneficio familiar y social
Por: Amaro Rodríguez S.
Desde que tenemos uso de razón empezamos a elaborar sueños y proyectos elementales y fantasiosos, con los años se van corrigiendo, en el afán de perseguirlos y hacerlos cada vez más viables, sufrimos tropezones y caídas en su avance, pero no nos amilanan, más bien nos sirven para corregirnos y fortalecernos para hacerlos realidad.
Auguramos para todos los niños, adolescentes, jóvenes y adultos mantenerse firmes en la persecución de sus sueños y proyectos, cada vez más perfeccionados acordes a las nuevas realidades, pero nunca bajar la guardia ante situaciones que aparentemente nos impiden continuar, porque con voluntad, con optimismo y con la ayuda de Dios, siempre esos sueños y proyectos van dibujándose sus contornos hasta lograrlos, cómo queremos.
Para este año 2022 esperamos con absoluta confianza que nuestros sueños y proyectos se hagan tangibles y nos reporte el orgullo de haberlos alcanzado y ese orgullo es un pequeño motor que nos impulsa a soñar nuevos proyectos de mayor envergadura, sin que nuestro orgullo no sea desmedido y exacerbado porque nos convierta en soberbios.
Para todos los peruanos, para las grandes mayorías desposeídas, les pedimos no deponer sus sueños y proyectos por temer situaciones adversas, considerando que las situaciones sociales, económicas siempre fueron y serán relativas, solo se busca el bienestar común de las familias, pero se alcanza con trabajo, sacrificio y buena voluntad. Feliz año 2022 para quienes tienen esperanza de alcanzar un sueño o proyecto por minúsculo que fuera y nos obliga a trabajar para alcanzarlo.