La práctica sustentable en la agenda de consumo

Por Leonardo Riego Pereira, New Ways of Working Leader en IBM Consulting América Latina

Según el Banco Mundial, el impacto en el medio ambiente impulsa a las poblaciones a la pobreza alcanzando a 26 millones de personas cada año. Por esa razón, no es una sorpresa que los consumidores -que se muestran activos y empoderados en las plataformas sociales- demandan a empresas e instituciones prácticas y estrategias consistentes que aborden estas problemáticas.

Al mismo tiempo, según un estudio de IBM, más de la mitad de los usuarios están dispuestos a pagar más por marcas sostenibles y ambientalmente responsables. Y el 62% dice que puede cambiar sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental.

Por esto, la sostenibilidad debe ocupar un lugar central en la agenda corporativa para impulsar la relación entre las empresas y la sociedad. Por lo general, los objetivos sociales defendidos con una perspectiva ESG (Environment Social Governance) incluyen trabajar para lograr un determinado conjunto de metas ambientales, así como enfocarse en aquellos objetivos relacionados con el apoyo a ciertos movimientos sociales, y un tercer grupo de metas para evaluar si la corporación se gobierna de manera consistente con la diversidad, la equidad y la inclusión, y tomar acciones correctivas en caso de ser necesario.

Sin embargo, existe una diferencia entre la intención y la acción, ya que el 86% de las empresas de América Latina cuentan con un programa de sostenibilidad, pero solo el 37% lo ha implementado. Los mayores obstáculos para el avance de las metas ambientales son claros para las organizaciones: los ejecutivos de la región destacan dificultades como bloqueos tecnológicos (35%), resistencia de los clientes (33%), barreras regulatorias (31%) y falta de datos y/o información (29%).

Esta problemática es bien conocida y no hace falta entrar en más detalles sobre los desafíos que toda organización enfrenta para poner en práctica su estrategia de sostenibilidad, para priorizar acciones, evaluar el progreso y medir su impacto. Para apoyar su trabajo, los ejecutivos están aprovechando metodologías como IBM Garage, que pueden acelerar la entrega de valor hasta 10 veces en comparación con los métodos tradicionales.

Prácticas sustentables innovadoras para el negocio

Las prácticas de sostenibilidad innovadoras requieren de procesos que permitan agilizar la transformación digital. El objetivo es generar nuevas ideas y metodologías, apoyadas por la tecnología, que impulsen resultados sustentables en el desarrollo del negocio.

¿Cómo pueden estos procesos tecnológicos impulsar el cambio? Cada área aporta su novedad. Desde la inteligencia artificial que mejora la extracción de conocimiento de los datos, optimiza la toma de decisiones, aplica algoritmos de aprendizaje para crear modelos de acción superiores y permite mejorar los procesos para reducir la contaminación; hasta la Nube Hibrida, que habilita una plataforma segura, confiable y rápida para construir modelos ambientales más precisos reduciendo costos. El Blockchain, la Internet de las Cosas y el 5G también permitirán impulsar una transformación consciente y operativa al modelo sustentable.

IBM Garage ayuda a las empresas a refinar y enfocar ideas, cuantificar el valor de las iniciativas en medidas de negocios y sostenibilidad, y entregar resultados en semanas, no en meses o años. Los casos de uso clave, como la estrategia ESG, la circularidad de la cadena de suministro, la electrificación, el riesgo climático y la medición, captura y disminución del carbono, entre otros, se han probado a partir del trabajo con muchos clientes en este espacio.

Dicho modelo, que busca abordar la tecnología para impulsar ideas, estrategias y procesos, permite crear las mejores soluciones totalmente integradas, mientras se maximiza la colaboración a lo largo de toda la organización. Esta colaboración para la definición y gestión de la innovación aplicada a las ideas y la co-ejecución relacionada con los equipos posibilita el desarrollo de una política orientada a resultados óptimos para cada experiencia.

En América Latina, por ejemplo, Fundación Plan21 para El Desarrollo Sostenible, aprovechó esta metodología para crear un proyecto que ayudar a los pequeños agricultores de América Latina a gestionar sus cultivos de forma más sostenible, aumentar su productividad y sus ingresos, así como a crear conciencia en el consumidor y desarrollar mercados más responsables.

Otro caso es el de Abertis Group. La empresa, con presencia mundial y líder en la gestión de autopistas e infraestructura, unió fuerzas con IBM para ayudar a sus clientes a afrontar los retos de movilidad del futuro, relacionados principalmente con el cuidado del medio ambiente, en aquellos países donde la organización está presente.

A medida que el cambio climático continúa produciendo riesgos financieros cada vez mayores, tenemos la oportunidad de empoderar a las organizaciones para impulsar nuevas prácticas innovadoras de transformación cultural hacia modelos colaborativos que favorecen la productividad con propósito social. El cambio es necesario y, junto a la tecnología, estos procesos ayudarán a que las empresas tomen acción favoreciendo a toda la sociedad.

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