Por: Amaro Rodríguez S.
El tercer intento de la lideresa de la agrupación política Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori Higuchi, si los ciudadanos peruanos no están enfermos de amnesia, recordarán el gobierno de Alberto Fujimori que terminó en una dictadura, quien en dupla de los magníficos con Vladimiro Montesinos, se especializaron en millonarios robos al Estado y a quienes podían extorsionar para llevarse el dinero al Japón, y otros bancos extranjeros.
No olvidemos que el hoy encarcelado ex Presidente vendió a su antojo las empresas nacionales, mantuvo como secreto de Estado el destino de esos cuantiosos dineros que ayudaron a crear una fortuna para los Fujimori en el Japón aprovechando la doble nacionalidad del ex presidente, además de ejecutarse inversiones entreguista a empresas extranjeras avaladas por una Constitución Política Ad hoc.
Tampoco olvidemos la oscura y dañino desempeño de la mayoría parlamentaria en el Congreso que abiertamente fue obstruccionista y protectora de los actos de corrupción, que corroen la economía peruana, fueron especialistas en dotar de blindaje a los presuntos corruptos, que servían de alfiles para que la cúpula de FP diera luz verde y continuar esa nefasta corrupción.
Felizmente a su paso por tierras de la región Cajamarca la lideresa Keiko habría sentido que sobrevuela el tuco político cajamarquino sobre FP y es posible que ese agorero tuco ya le habría cantado a Keiko, anunciándole su muerte política y no alcanzar la Presidencia de la República en las próximas elecciones del 11 de abril.
Keiko quiere repetir la historia de su padre, se alucina sobre un tractor que le abrió la trocha para llegar a la Presidencia de la República, pero ese mismo tractor, ya no abrirá trocha, sino un profundo hoyo para enterrar las pretensiones políticas de doble rasero que esconde Fuerza Popular.
A los peruanos nos basta un gobierno honesto que frene la corrupción, que solo en un año robó 23,000 millones de soles, además nos basta un Ministerio Publico y un Poder Judicial que haga cumplir las leyes, para recuperar cuantiosos robos, procediendo de acuerdo a nuevas leyes, incautar los bienes adquiridos ilícitamente y destinarlos a los penales donde trabajen para mantenerse.