Por: Amaro Rodríguez S.
Podríamos calificar de temperamental el accionar de la fiscal Norah Córdova, en su labor de dar cumplimiento a funciones del Ministerio Público como organismo constitucional autónomo en defensa de la legalidad de derechos ciudadanos e intereses públicos, al énfasis en su tarea de allanamiento al palacio de gobierno a fin de obtener información sobre el caso Petroperú, por haberse reunido en ese lugar el gerente de Petroperú, con el ganador de una licitación pública por 74.5 millones de dólares.
Abona a favor de la petición del Ejecutivo de separar del caso a esta Fiscal, por haber tildado en junio pasado al Presidente Pedro Castillo a través de las redes sociales, como “encabezar un gobierno de terroristas y corruptos” y aunque Norah Córdova aclare que no investiga al Presidente Castillo, solo cumple su tarea de investigar el caso de la licitación anulada por haberse observado algunas irregularidades.
Desde el Ejecutivo se pidió a la titular Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos excluir del caso a la fiscal Córdova Alcántara por el énfasis que pone sobre el allanamiento a Palacio de Gobierno para dar cumplimiento a sus funciones. La decisión lo tomará la Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos, pero en nuestra opinión la fiscal Córdova de alguna manera sin mesura en sus declaraciones enturbia la función del Ministerio Público.
