Por: Martín Sánchez Porturas
Un día como hoy (10 de julio), hace 141 años la resistencia compuesta por valerosos y aguerridos compatriotas se enfrentaron en la Batalla de Huamachuco, quienes defendieron y ofrendaron sus vidas por el honor de nuestra patria del enemigo invasor chileno.
Esta vez hablaré de nuestros hermanos santiaguinos quienes decididamente y gallardamente apoyaron a la Defensa y al Honor Nacional, algunos de ellos perecieron en la Batalla de Huamachuco, como bien lo menciona Samuel Mendoza Valverde:
“Efectivamente, el día 9 de Julio, desde la madrugada, los 200 milicianos santiaguinos cumplen la heroica tarea de encontrar el punto débil chileno. En la lucha caen el Teniente Belisario Vásquez Ciudad y el Sub Teniente Manuel R. Vera siendo reemplazados por el Sargento Santiago Neira”
La destacada actuación que tuvieron los hijos de Santiago de Chuco fue reconocida y como bien lo acredita el Diario “La Prensa” de Lima el día 10 de Julio de 1923, aniversario de la Batalla de Huamachuco publicando la Plana Mayor del Batallón “Santiago” que acudió a Huamachuco.
“1er. Jefe, Coronel don Santiago Calderón, 2° Jefe, Comandante don Manuel Dionisio Porturas; 3er Jefe, Mayor don Manuel María Uceda; Capitán abanderado don Domingo Paredes Vásquez.”
“1ª Compañía: Capitán Francisco Pinillos Rodríguez, Teniente Belisario Vásquez Ciudad.”
“2ª Compañía: Capitán Francisco Medrano, Teniente Lorenzo Aguilar, Sub Teniente Manuel Zavala.”
“3ª Compañía: Capitán P. Wenceslao Vásquez, Teniente Lucas R. Bejarano, Sub Teniente Manuel R. Vera.”
“4ª Compañía: Capitán Manuel R. Paredes, Teniente Manuel Natividad Vásquez, Sub Teniente José García.”
“CLASES: Sargentos: José Calderón, José Escobedo, Santiago Neira, Manuel Ramos Vásquez, Francisco Vereau, José Lino Miñano, Manuel Reyna y Resurrección Paredes. Cabos: Santiago Pino, Lorenzo Ruíz, José Robles y Santiago Pérez. Ordenanza del 1er Jefe: Julio Rubio. Instructor del Batallón: veterano Manuel Ponce. Aposentador: Don Luis García.”
Es necesario transcribir el fragmento de las memorias que en 1886 publicaron los secretarios de Cáceres a lo cual sigue:
“El pueblo de Santiago de Chuco, tan entusiasta por la causa nacional, inmediatamente, como se verá después, nos mandó una columna de sus hijos, que participaron en nuestra desgracia el 10, batiéndose bizarramente contra los enemigos de la Patria”
El General Cáceres también tuvo palabras de homenaje para los santiaguinos, quienes padecieron por su patriotismo represión por parte del invasor chileno:
“En medio de la penuria general contribuía el pueblo santiaguino con la sangre de sus hijos y con sus recursos a la defensa de la patria, desafiando la ira del enemigo que le castigó después, pero ganando un digno puesto al lado de los defensores del honor nacional”.
“A las 3 pm, llegaron a nuestro campamento de los Tres Ríos como doscientos hombres de Santiago de Chuco bajo las órdenes de su jefe don Santiago Calderón, y de otras personas notables, a prestar sus servicios en el ejército. La comisión organizada en ese pueblo mandó pan, harina y aguardiente para el ejército, fiambre y buen coñac para el General y los Jefes.
Así se portaba el patriota pueblo de Santiago, parte de sus hijos venían a tomar puesto en la defensa de la honra del Perú y los que no pudieron hacerlo, mandaban víveres para nuestros sufridos soldados. Desde Tarma hasta Tres Ríos, ninguno se presentó pidiendo un arma para defender a la Patria. Esta patriótica y elevada conducta del pueblo de Santiago, fue mirada por el jefe chileno como un gran crimen, que castigó con un cupo de diez mil soles (que se elevó después a quince mil) que debían pagarse dentro de tres días, bajo pena de incendio y asesinato. El pueblo se vio en la necesidad de pagar, ante el imperio del vencedor, haciendo grandes sacrificios”
Samuel Mendoza nos dice que, los señores Pedro Pinillos, Marcos Barbarán, Lorenzo y Rosario García recogieron una colecta en la que doña Carmen Jiménez de Paredes se suscribió con cuatro mil pesos, aunque no se consiguió la cantidad exigida, no obstante, se incluyeron en el Tesoro algunas joyas de la Iglesia como fueron una Custodia, un Copón, un incensario y el sombrero del Apóstol Santiago.
TRES RIOS
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Lugar en donde tras la penosa jornada de la madrugada del 7 de Julio, el General Cáceres concedió a su ejército un prolongado descanso, lo cual era muy necesario ya que se encontraba a vísperas del choque decisivo.
En el transcurso del día, el General Cáceres convocó a una junta de jefes en la cual debían llegar a un consenso sobre el paso a seguir. Todos los jefes, incluidos los de las compañías asistieron a la reunión, en la cual algunos propusieron una retirada por Santiago de Chuco, a espera de una situación más propicia. Así, algunos observaron que “una retirada frente al enemigo en la situación en que se encontraba el ejército, sería su completa destrucción, de una manera deshonrosa”
Es así que con vehemencia brotó de los labios del Coronel Luna, quien alzando su voz sobre los demás, exclamó:
“¡Mas vale morir con honor que retirarse y disolverse cobardemente!”
La Junta resolvió presentar batalla, tras ello las huestes patriotas fueron formadas para ser informadas de lo acordado por sus jefes, Cáceres pronunció en quechua y en castellano una vibrante arenga, que terminó con estas palabras que fueron a la vez un solemne conjuro:
“¡Soldados!”
Pelearemos hasta vencer al invasor o morir por la gloria y honor de nuestra patria. Antes de ver desgarrado y humillado nuestro suelo, deje de latir nuestro corazón en el campo de batalla.
“¡Soldados!”
¡Viva el Perú!
Es entonces, que se resolvió que por la noche de ese día se tomase por asalto el cuartel del ejército chileno, establecido en Huamachuco y en cuyo cumplimiento se desplazó un destacamento del Batallón Zepita al mando del Coronel Justiniano Borgoño, unido a una columna del Batallón “Santiago”, que fue a la vanguardia, al mando del señor Comandante Manuel Dionisio Porturas Mendoza, y después de fiero combate en el que los asaltantes hicieron derroche de coraje, sobresaliendo el denuedo del ilustre hacendado, desalojaron a las sanguinarias fuerzas enemigas que habían quedado en ese cuartel, las que huyeron para reunirse con las huestes chilenas que se habían posicionado del cerro ”Sazón”.
LOS PORTURAS EN LA BATALLA DE HUAMACHUCO.
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Pedro José de Porturas y Paredes:
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Hacendado, Prefecto de Ancash, benefactor y hombre confianza de la cúpula militar de Cáceres.
“Ante tan trágico cuadro Cáceres sufrió tal vez mas que cualquier otro, y sin poder conciliar el sueño prosiguió en lenta cabalgata hacia Conchucos, dispuesto a ordenar personalmente la preparación del rancho para su cansada hueste.
En el trayecto recibió comunicaciones de Pedro J. Porturas y otros patriotas, por las que tomó conocimiento de que Gorostiaga había llegado a Mollepata”.
Manuel Dionisio de Porturas Mendoza (Bisabuelo del autor):
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Hacendado de Angasmarca, Comandante del Batallón “Santiago” en la Batalla de Huamachuco.
Participó en la gloriosa jornada del 10 de Julio, figurando en el combate con la guerrilla que se organizó en Santiago de Chuco. Tras el holocausto, siguió con el General Cáceres en la retirada al sur.
“A las 15.00 horas el campamento patriota se vio reanimado con la llegada de 200 guerrilleros de Santiago de Chuco, jefaturados por el Gobernador Uceda, Santiago Calderón, un tal Pinillos y Dionisio Porturas. Venían a participar en la batalla, y fueron además portadores de víveres tan necesarios para el ejército que pasaba ese día en ayunas”
Designó a su hijo Carlos Porturas Jiménez (ABUELO) quien se encontraba en la Hacienda Angasmarca a marchar con otros patriotas de Angasmarca para guiar a Cáceres hacia Huamachuco.
El General Cáceres, saliendo de Huamachuco por el curso del vado, guiado por Porturas, alcanza ese día terrible la Hacienda Angasmarca. Según la señora Antonia Moreno:
“El General Cáceres, todavía en el campo de batalla, encontró al Coronel Leoncio Prado mal herido, así como al hijo del señor Porturas; este aunque también mal herido, trataba de guiar y alejar a Prado. El General lo hizo montar en el caballo de su ordenanza, sostenido por este y guiado por Porturas se alejaron; pero Prado tenía la pierna destrozada”
Por tradición familiar se dice que fue Don Manuel Dionisio que a nombre de la familia Porturas donó un caballo de raza árabe al General Cáceres, que posteriormente sería el famoso caballo “Elegante” y que gracias a este caballo Cáceres no cayó prisionero en manos de los chilenos invasores.
Fernando y José de Porturas y Verde:
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Hacendados de Angasmarca, hombres notables de la provincia de Huamachuco.
“Desde Mollepata se enviaron fidelísimos chasquis a los hermanos Fernando y José Porturas, propietarios de Angasmarca, solicitando detalles sobre el paso del enemigo”
“Los Porturas llegaron también a Mollepata, junto con otros patriotas, ofreciendo precisos informes sobre la retirada del enemigo camino de Tres Ríos”
FAMILIA PORTURAS.
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“El día 6, a las 05:00 la tropa estaba ya en pie, consumiendo rancho. Cáceres fue el primero en dejar Tulpo, adelantándose con su escolta a Tres Cruces para elegir posiciones. Tras cargarse dos piaras de mulas, que desde Angasmarca enviaron los Porturas para ayudar en el transporte”
“El General desde el 6 no había tomado casi alimento alguno, sosteniéndose únicamente con agua de coca endulzada con chancaca, y el 8 con una copa de vermouth, que uno de los secretarios conservaba de una botella que los señores Porturas le obsequiaron en Angasmarca”
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BIBLIOGRAFÍA:
- Huamachuco y El Alma Nacional, La Resistencia de la Breña, Tomo III – Vol.1 1983, Editado por el Ejército Peruano.
- Huamachuco y El Alma Nacional, La Resistencia de la Breña, Tomo III – Vol.2 1983, Editado por el Ejército Peruano.
- Serie biográfica, Tomo I, Los héroes de la Breña, Editado por el Ejército Peruano.
- Monografía de la Provincia de Santiago de Chuco, en el cincuentenario de su fundación, 3 de noviembre de 1900–1950. Samuel R. Mendoza V. 1951
- Recuerdos de la Campaña de la Breña(1974), Antonia Moreno de Cáceres.