Lima,09 de octubre 2025 – La creciente y violenta ola de criminalidad que azota al país ha reactivado, una vez más, la maquinaria política en el Congreso. La bancada de Renovación Popular (RP) anunció la presentación de una nueva moción de vacancia contra la presidenta Dina Boluarte por «incapacidad moral permanente», poniendo el foco directamente en la falta de resultados concretos del Ejecutivo para contener el avance del sicariato y la extorsión a nivel nacional.
El detonante más reciente, y el que ha servido de catalizador para esta iniciativa, fue el ataque armado sufrido por la popular agrupación Agua Marina en Chorrillos, un atentado que dejó varios heridos y evidenció, a ojos de la opinión pública y el Legislativo, la audacia e impunidad con la que opera el crimen organizado.
Del Escenario al Pleno: La Inseguridad como Arma Política
El legislador Diego Bazán, de la bancada de RP, comunicó la decisión, sosteniendo que la ineficacia del Gobierno de Boluarte ha sumido al país en un nivel de violencia sin precedentes. “Lo que corresponde es que la señora Dina Boluarte venga a este Parlamento y responda por estas situaciones”, declaró Bazán, criticando además las recientes declaraciones de la mandataria que aconsejaban a la ciudadanía no responder mensajes de extorsionadores.
Renovación Popular ha iniciado la recolección de las 33 firmas necesarias para que la moción sea admitida a debate, expresando confianza en reunir el apoyo, incluso de bancadas ideológicamente distantes. No obstante, el desafío real es alcanzar los 87 votos requeridos para la destitución.
¿Mecanismo de Cambio o Moneda de Negociación?
La nueva embestida contra Boluarte, aunque justificada en el desborde criminal —con cifras alarmantes de transportistas asesinados y extorsiones que afectan a todos los gremios—, reactiva el debate sobre la verdadera intención del Congreso. La historia reciente del Parlamento está marcada por una explícita «convivencia funcional» con el Ejecutivo, donde previas amenazas de vacancia han terminado diluyéndose o fracasando.
Surge la interrogante: ¿Esta moción es un intento genuino de forzar un cambio de timón ante la crisis de seguridad, o se trata de un nuevo instrumento de presión para «negociar» y reconfigurar la correlación de fuerzas entre el Legislativo y el Ejecutivo?
Mientras bancadas como Fuerza Popular han optado por caminos alternativos, como la interpelación ministerial, la postura de Renovación Popular y otros grupos que se sumarían, como Podemos Perú, es que la única vía efectiva es la salida de la presidenta. El reloj político corre en contra de un Gobierno cuestionado, pero también en contra de un Congreso cuya credibilidad pende de un hilo, justo cuando el país clama por estabilidad y, sobre todo, seguridad.
Foto: CNN
