Por: Fidel Crisanto*
El racismo, como las clases sociales, siempre separaron a las personas. Existen etnoracismos en países desarrollados y subdesarrollados. Seguro, que, hasta en África, existe etnoracismos.
Los etnoracismos, son un buen pretexto para hacer inventarios de lo que tenemos en bienes materiales, y lo que nos falta tener: el tanto tienes, tanto vales, poco tienes, poco vales o nada tienes, nada vales; nos cae como anillo al dedo a toda la humanidad.
Muchos se golpean el pecho y hasta se les mueve todos los pelos de sus cabezas, sin embargo, todos tenemos un cerebro reptiliano. El cerebro etnoracista, se encuentra ubicado en el mencionado cerebro, y muchas de nuestras manifestaciones bioculturales son instintivas.
Los antropólogos, investigamos sobre racismos y etnoracismos en el mundo, y vuestros aportes fueron tomados por los docentes, para educar nuestros instintos aun mamíferos (80%), pero, falta mucho para ver el fin de los etnoracismos.
Las manifestaciones conductuales de los etnoracismos se han judicializado en el Perú, urgente hay que trasferir presupuestos para construir más cárceles por ahora. Nuestros cerebros etnoracistas, no distinguen clases sociales, nivel educativo, color de piel o religión. Entre nosotros, nos hemos lastimado con el látigo del peor desprecio que hayamos visto u oído..
Finalmente, la neuroantropología, debe continuar alimentándose de la educación socioemocional, para ayudar a transitar de los cerebros etnoracistas al supercerebro que todos soñamos en el mundo y el Perú.
*FIDEL ERNESTO CRISANTO GÓMEZ.: Doctor en Gestión Pública y Gobernabilidad. Antropólogo, por la Universidad Nacional de Trujillo (UNT). Profesor de Ciencias Naturales y Ecología, por la Universidad Nacional de San Martín (UNSM). Cursos de especializaciones: Políticas Públicas por UNT. Educación Emocional por Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Inteligencia Emocional por Nueva Acrópolis Internacional. Investigador en Criminología Neuroantropológica y Educación Emocional en Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM). Ejerce la Docencia Universitaria en Facultad de Ciencias Sociales, UNTRM. Ha trabajado en el Instituto de Investigación Arqueológica y Antropológica “Kuelap” INAAK. Colabora con artículos de opinión para Prensa Total y revista Alto Mayo, investigador principal del Centro de Investigaciones Sociales. Comunicación al Whats App 951651896.
