Por: Amaro Rodríguez S.
Todo es posible cuando nos percatemos después del Covid-19 tener la obligación moral de intentar un cambio de calidad en la política nacional, para las próximas elecciones generales del 2021 en nuestra patria, tomando la decisión por parte de líderes de agrupaciones políticas, proponer al electorado nacional a candidatos de probada honestidad con vocación de servicio en favor de los mas necesitados.
Con un cambio de actitud, el mayor celo en el control político, por el probable levantamiento de la inmunidad parlamentaria, las agrupaciones políticas ganarán prestigio en sus decisiones que aprueben, si previamente los líderes aceptan democráticamente las discrepancias a lo interno y con mejores argumentos más tamizados, se alejen de la añeja costumbre de cúpulas partidarias, de imponer su voluntad como si fuera su chacra.
Superado la pandemia reiniciaremos nuestras vidas personales e institucionales acusando una gran depresión en nuestras economías, muchas familias endeudadas, dejando sin el acostumbrado velorios y despido de sus seres queridos arrebatados por el letal Covid-19, pero felizmente fueron preferidos por el Covid.19 los adultos mayores, para felicidad de los padres de familia y de la sociedad de haber dejado indemnes a nuestros niños, quienes tomarán la posta de los que sucumbieron.
En este escenario social político y económico, actuará el nuevo presidente de la República, los nuevos congresistas, es posible sin inmunidad parlamentaria y por la posible vigencia de una Ley que tipifique el robo de los recursos del Estado como “Traición a la Patria” sancionándose con prisión e incautación de bienes supuestamente adquiridos con los dineros robados.
No cuesta nada ser un ciudadano honesto, solo es decisión, para desplazarse con la frente en alto sin rehuir miradas acusadoras, que les cause sobresaltos y remordimientos de conciencia y así poder vivir con alegría sin necesidad de tomar licor para sentirla y finalmente generar confianza en la ciudadanía y disfrutar de la democracia que aspiramos.
Finalmente queda en la ciudadanía restaurar su fe cívica eligiendo a mejores candidatos, mirando con transparencia en forma escrutadora, para no caer en el engaño de políticos mercantilistas que seguramente aún quedarán. Recuerdo a un pintoresco político loretano, lo escuché en Iquitos y en la plazuela El Recreo de nuestra ciudad. Dirigiéndose a sus partidarios y curiosos, les decía “ a ustedes les gana el “Quishicho” ( perrito tierno), porque a los 15 días él abre sus ojos y ve, pero ustedes tienen cuantos años, miran pero no ven, por eso les siguen engañando los políticos”.