Bienestar mental en casa

Por: Katty Martinez Rodas

Siempre he dicho que la sociedad que queremos conseguir, libre e igualitaria, se podrá lograr solo con la ayuda inestimable de la educación, la información y la orientación. Sin embargo, ahora que debemos estar en casa, ponemos a prueba no solo la respuesta del Estado, también es un ejercicio  de empatía de largo aliento y el uso que le damos a nuestro acceso a los datos.

Para quienes podemos tener acceso a internet en casa y estamos en aislamiento social, las redes sociales, las noticias e incluso los memes son usados a manera de fuentes de información. Estos días me han llegado montones de audios, imágenes y vídeos que retratan la realidad de forma espantosa, no siempre cierta, no siempre fiel a la verdad. No sé cuál sea el objetivo de quienes deciden alarmar a la población, pero lo que sí sé es que no todos reaccionamos igual a los mismos datos. Compartir datos reales o de fuentes oficiales es bueno, pero de ahí a estar siempre pendiente de los números y ser fatalistas, creo que no es sano, peor si en el camino compartimos en los grupos de redes sociales lo que creemos que pasará, haciendo suposiciones apocalípticas. Aunque el estado está invirtiendo en nuestra salud física, tratando de contener la pandemia actual, en casa debemos también invertir en nuestra salud mental, evitando la sobre exposición a ciertos contenidos que pueden desencadenar estados de ansiedad y estrés.

Sé que no en todos los hogares tienen el mismo acceso a internet, o incluso a electricidad o servicios básicos, y no trato de romantizar el aislamiento, ni mucho menos pedir que no se informen sobre lo que pasa en nuestro país, lo que creo es que debemos aprender a gestionar los recursos que tenemos para no saturar nuestra psique. Parece una idea súper básica que lo que nos enseñaron desde pequeños, lavarnos las manos con agua y jabón, sea la mejor defensa que tenemos ahora contra el virus. Así de simple también puede ser una de las formas de evitar cuadros ansiosos o disminuir el estrés al pedir que se alejen unas horas al día del internet o de las redes sociales para mejorar y fomentar bienestar mental en casa.

Soy consciente que muchos tenemos cargas familiares y eso dispara todos nuestros niveles de ansiedad, frustración y/o impotencia al sentir que cuando acabe esta crisis sanitaria, tendremos que afrontar la económica, ya que la ayuda pecuniaria del Estado no ha llegado a todos los lugares en que se necesita. En estos casos creo que el mejor reto a compartir, ya que veo numerosos #challenge será el de ayudar a nuestro pequeños comerciantes, los profesionales independientes, los comercios locales, los que nos ganamos las monedas día a día y que por ahora estamos en pausa. Creo que podemos compartir más cosas buenas que malas, y de esta manera cambiar las estadísticas tan desalentadoras que vemos en otros lados. Cuidemos a nuestras familias, cuidemos nuestra salud mental, cuidémonos entre todos.

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