Por: Amaro Rodríguez S.
Presidente enfático, no reconozco foto, no recibí sobornos en Moquegua
Informaciones antagónicas sobre denuncia de un presunto soborno al Presidente de la República Martín Cornejo Vizcarra, cuando fue Gobernador de Moquegua y recibió un soborno de un millón de soles para otorgar la buena pro de un importante obra a favor de la empresa Obrainsa-Astaldi, según reveló un colaborador eficaz, generó un sismo que hizo tambalear la balanza de la justicia en palacio de gobierno.
Este acontecimiento que empalidece al caso Swing según denuncias públicas, se entregaron sobornos en dos armadas de 400 y 600 mil soles a favor del antes Gobernador de Moquegua y haberse reunido con el empresario investigado Antonio Camayo. Martín Vizcarra muy enfático dijo no reconozco esa foto donde aparecen ambos personajes, y no he recibido sobornos por obras en Moquegua.
El Ministerio Público ante la grave denuncia aperturó investigación preliminar, a cargo del Fiscal Germán Juárez Atoche por corrupción de funcionario, cohecho y colusión en agravio del Estado, mientras que el Presidente dijo “me someto a todas las investigaciones, respetamos la independencia de poderes, acatamos lo que determine el Ministerio Público”.
Las investigaciones preliminares por este caso, involucra al ex gerente general de Obrainsa, Elard Paul Tejeda, la balanza de la justicia impactada por una grave denuncia, generó una ola sísmica en el más alto nivel y de confirmarse esas denuncias, un Presidente más de la República, estaría con un paso cercano a algún establecimiento del INPE al término de su mandato.
Encontrándose el caso en investigación preliminar, congresistas no tienen porque hacer alarde de puritanos y promover una moción de censura al Presidente, cuando las investigaciones se mantienen aún en pañales, además necesitamos tranquilidad política para desarrollar las elecciones generales en un ambiente democrático y no aprovechar la coyuntura para tildar de ladrones, a quienes no se les comprueba delito, pero para unos les es muy útil para distraer la atención y fugar con el botín.